Al contratar detectives privados, es fundamental que hables desde tu primer encuentro respecto a la confidencialidad con la que se tratará la información que necesitas que los investigadores privados consigan para ti. ¿Qué es la confidencialidad? Es una prueba de confianza, pues implica una relación entre dos o más personas en que la información comunicada debe mantenerse entre ellas como una confidencia, es decir, algo que se confía, algo que no será divulgada.La necesidad de confidencialidad no sólo existe en el ámbito de la investigación privada, pensemos en los médicos, en abogados, incluso en el ámbito religioso, pero para nosotros como detectives privados, es una de las cosas que ofrecemos a nuestros clientes como garantía de nuestro profesionalismo.
Existe la necesidad de hacer un trato confidencial en diversos momentos y formas:
- Como un deber contractual al acordar el servicio que la agencia de detectives privados va a proporcionar.
- Como un deber ético de los profesionales del área de la investigación privada. Podríamos decir que es parte de nuestro código de conducta.
- Como parte de nuestro trabajo tal y como está definido por la ley.
En cuanto a la cuestión ética, la confidencialidad es parte de un código de conducta o guía de comportamiento que como profesionales de la investigación privada seguimos con el objetivo de ser los mejores en el rubro, y que es algo que sin duda deberías buscar en un investigador privado.
Para los detectives privados de Monopol es muy importante profesionalizar lo más posible su actuación, y para ello no sólo son importantes la experiencia y la preparación académica, sino un código ético de conducta firme que les garantice a nuestros clientes que la información delicada o sensible que recolectemos mediante nuestro trabajo, permanecerá siendo confidencial.
Ello no sólo le da seriedad a nuestra profesión y a los resultados obtenidos con nuestras pesquisas, sino que también es lo que prestigia nuestro trabajo y les permite a los potenciales clientes acercarse a nosotros y en un determinado momento, al obtener los resultados, recomendar nuestra actuación.
En todos los ámbitos profesionales es importante mantener un código ético y apegarse a él. En el caso de los detectives privados en Madrid la experiencia, la seriedad, el profesionalismo y la confidencialidad son partes ineludibles de este código ético que es lo que ha permitido que la profesión tenga una mayor respetabilidad social y un reconocimiento oficial.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de información sensible que debe ser tratada con confidencialidad? Si hablamos de una empresa, la información sensible o delicada, es aquella información que si resultara comprometida al ser alterada, corrompida, perdida, mal utilizada o revelada sin permiso, pudiera dañar a la empresa a la que pertenece. Se trata de los bienes intelectuales de una empresa, que son uno de sus patrimonios más valiosos. Cuando un investigador privado lleva a cabo o desarrolla una investigación de corte corporativo, debe ser muy cuidadoso y apegarse a una confidencialidad extrema para que los clientes se sientan cómodos de que este patrimonio intelectual tan valioso para su empresa no se verá comprometida en ningún sentido, y que todo será tratado de la forma en que ellos esperan que se haga.
Si extrapolamos este concepto a la vida personal, en el trabajo de un detective privado se maneja información muy sensible que compete al ámbito privado de las personas. A pesar de que el hecho de que esta información no reporte un daño inmediato a una entidad como una empresa en caso de ser divulgada, para una persona su intimidad y honor también son sensibles, en el sentido de que son cosas que pertenecen a la esfera de lo privado, de aquello que sólo nos compete a nosotros como individuos, y recordemos que todo ello también está protegido por la ley. Todas las personas tenemos el derecho a defender nuestro ámbito personal y privado, y es por ello que el compromiso ético de confidencialidad que adquiere un detective privado con sus clientes les representa la tranquilidad y la confianza de que todos sus asuntos serán tratados con el máximo respeto, delicadeza y sobre todo, en un ámbito de la más estricta confidencialidad.